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En Uruguay se construye un numero muy significativo de viviendas sociales sujetas a subsidio, debido a las dificultades que tiene un sector de la población para acceder a una vivienda propia en el marco de un mercado inmobiliario costoso, mejorando así la calidad de vida de la población socio económicamente vulnerable.

UTE ha venido desarrollando desde hace muchos años políticas específicas en zonas de vulnerabilidad socioeconómica, con el objetivo de favorecer la inclusión social de estos segmentos de la población, y además atacar el problema de las pérdidas no técnicas de energía eléctrica. Una de las premisas fundamentales definidas por UTE es la sostenibilidad del proceso de inclusión social, lo cual implica un diseño integral de las acciones, que asegure que el consumo eléctrico de las viviendas del segmento este acorde con las tarifas ofrecidas por UTE y con la capacidad de pago de las personas incluidas en estos planes. Resulta de gran relevancia para UTE identificar elementos de mejora en el proceso global que involucra a varias instituciones. Un adecuado diseño energético de las viviendas puede tener un impacto importante en la sostenibilidad de los procesos de inclusión social. Por lo tanto, este trabajo tiene como objetivo integrar conocimientos desde un enfoque multidisciplinario para proponer medidas de eficiencia energética en viviendas de interés social, teniendo en cuenta los hábitos de consumo de energía de la población objetivo. La implementación de estrategias de eficiencia energética está directamente relacionada, entre otras cosas, con el diseño de códigos, normas y reglamentaciones. En este aspecto, Uruguay se encuentra relegado en comparación con otros países de la región y del mundo, principalmente en las exigencias relacionadas con la construcción y en la generalización de los requisitos. La construcción de viviendas públicas en Uruguay tiene exigencias de transmitancias térmicas, así como horas de asoleamiento, entre otras. Se estudiaron cuatro planes en profundidad: MEVIR, PMB, Plan Juntos y Plano Económico. En estos programas se estudió el desempeño energético y térmico de las tipologías utilizadas, las valoraciones de los usuarios acerca de la vivienda y el uso energético, así como diferentes barreras institucionales que surjan a través del análisis documental de la normativa de los programas de vivienda y de las valoraciones de los técnicos y autoridades de cada uno de los programas de vivienda social mencionados. Se realizaron 42 entrevistas semiestructuradas a usuarios de los cuatro programas seleccionados (19 entrevistados de MEVIR, 6 de Plan Juntos, 5 entrevistados correspondientes a Plano Económico en Montevideo y 12 entrevistados correspondientes a PMB). En cuanto a los hallazgos, en términos generales se valora de forma positiva las nuevas viviendas otorgadas a los usuarios, especialmente, en comparación con las viviendas en las que solían habitar. Los principales aspectos a mejorar señalados son el confort térmico y la humedad. Específicamente en cuanto a las decisiones y hábitos de los usuarios, se observa que, en muchos casos, la necesidad inmediata lleva a los hogares a tomar decisiones sub – óptimas en el mediano plazo.

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